top of page

El Amor que Nos Identifica

"Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros.  En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros."

Juan 13:34–35


Jesús nos dejó un mandamiento sencillo de expresar, pero profundo de vivir:“Ámense unos a otros como Yo los he amado.”

Él no añadió condiciones: no dijo “ámense cuando todo marche bien”, ni “ámense cuando tengan la misma opinión”, ni “ámense cuando la otra persona lo merezca”.

El estándar es claro y desafiante: “como Yo los he amado”… con un amor real, sacrificial, tierno, paciente y constante.


La primera iglesia no fue conocida por edificios impresionantes, por teologías perfectas o por grandes producciones musicales. Fue reconocida por algo más poderoso: la forma en que se amaban.

Ese amor era tan evidente que incluso los enemigos de la fe comenzaron a llamarlos “cristianos”, pequeños Cristos, porque veían en ellos un reflejo vivo del carácter de Jesús.


Hoy, esa misma pregunta nos alcanza:¿Qué ven nuestros hijos, vecinos y hermanos en la fe cuando miran nuestra vida y nuestro hogar?¿Ven discusiones constantes o ven gracia en acción?¿Ven distancia y frialdad o ven reconciliación?¿Ven orgullo que divide o humildad que restaura?


Dios nos invita a construir una comunión familiar en casa y en la iglesia que sea un espejo del amor de Cristo:


  • Un amor que perdona, incluso cuando duele.

  • Un amor que restaura, aun cuando parece más fácil rendirse.

  • Un amor que permanece, que no huye en los momentos difíciles.

  • Un amor que transforma, porque donde Cristo reina, nada permanece igual.


Cuando una familia decide amar como Cristo amó, el hogar deja de ser solo un espacio físico y se convierte en un testimonio vivo del poder del Evangelio.


  • Pregúntenle juntos al Señor: “¿A quién debo amar mejor esta semana?”

  • Cada miembro comparta una acción práctica para demostrar amor hoy: una palabra, un gesto, un perdón, un servicio.

  • Terminen con una breve oración por unidad, humildad y reconciliación en el hogar.

 

“Señor Jesús, enséñanos a amarnos como Tú nos has amado. Sana nuestras heridas, quita el orgullo, rompe toda división y llena nuestro hogar con Tu presencia. Que nuestra familia sea un reflejo vivo de Tu gracia y de Tu amor para que otros puedan verte en nosotros. Amén.”


Daniel Rodriguez

 
 
 

Comentarios


bottom of page