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  • Foto del escritorJoel Howard

Cómo estar de pie

Hace poco vi una compilación de videos de atletas que celebraron demasiado pronto. A veces, las imágenes de tales relatos cimentan una advertencia importante en mi mente acerca de terminar bien. En este video en particular, un atleta de triatlón, al ver que su carrera de 3 horas llegaba a un final prometedor, decidió saltar valientemente sobre la línea de meta en lugar de atravesarla corriendo.  El video captura la el corredor se torció gravemente el tobillo y lo hizo caer de rodillas mientras el corredor número dos ocupaba el primer lugar.


Horrible. ¡Imposible! ¿Cómo podría alguien llegar tan lejos, solo para perder en el último segundo? La imagen, aparentemente común entre los atletas, debería estimularnos a terminar bien en nuestras propias carreras evitando ciertas trampas orgullosas. Dios quiere que corramos duro. Él quiere que ganemos. Pero, ¿cómo terminamos bien? Como se ha dicho muchas veces, ¡no es cómo empiezas, sino cómo terminas!


El valor de la moderación

¿Podría ser que no es lo que hacemos, sino lo que no hacemos, no lo que decimos, sino lo que nos abstenemos de decir, lo que diferencia a los ganadores de los "casi" ganadores? La Biblia nos muestra en al menos dos pasajes la sabiduría de la moderación en nuestra longevidad y obediencia como individuos y familias, especialmente en los últimos tiempos.


1. Las Diez Vírgenes (Mateo 25): “Puesto que no nos bastará a nosotras y a vosotros, id y comprad para vosotras mismas.” (Mt. 25:9, NVI) En la parábola de las diez vírgenes , las cinco vírgenes sabias habían hecho su tarea. Habían almacenado y traído petróleo con ellos para prepararse para lo peor. Al final, decidieron aferrarse al aceite que los distinguía como los que realmente asistirían a la boda.


2. La iglesia en Filadelfia (Apocalipsis 3): Resérvate en lo que tienes para que nadie te robe la corona (Ap. 3:11, NVI) Ante un espíritu de engaño , la iglesia en Filadelfia debía mantener y proteger lo que se les había dado. Al hacerlo, se mantendrían firmes y recibirían una recompensa eterna. Nuevamente, esta llamada a la moderación tenía la intención de permitirles terminar con fuerza y no tropezar o detenerse prematuramente.


¡Quién pensaría que el silencio, la espera y mantener un buen ritmo podrían ser los secretos del éxito para terminar bien! Como familias e individuos, así como corporativamente, ¿qué hábitos útiles y prácticas fundamentales debemos seguir para evitar regalar nuestro premio a otra persona? Dedique algún tiempo hoy a hacer una lista de estas prácticas. ¡Hable con su cónyuge o familia sobre cómo puede apegarse a lo básico y vivir sin concesiones aquí al final de todo! ¡Porque los mejores atletas saben que el último tramo de la carrera no es momento para saltarse los fundamentos!

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